En nuestra opinión hay dos Balis, el Bali turístico y el Bali más auténtico. Bali conserva lugares poco frecuentados por los turistas como Lembongan, una pequeña isla situada justo enfrente de Bali a una hora en barco. Nuestros primeros días en Indonesia los pasamos aquí.
Dicen que Lembongan es como solía ser Bali hace 20 años. Apenas dos pueblos pequeños y un par de resorts no muy grandes en la montaña. Las playas no son espectaculares, pero el agua es turquesa, los atardeceres increibles y todo es tranquilidad, calma y muuucho relax. El principal medio de vida de la gente que vive aquí no es el turismo, sino el cultivo de algas que luego se usan como gelificante natural en la industria farmaceútica o alimenticia (para hacer helados!!!).
Pasamos 4 días en Lembongan, alojados en un pequeñito hotel de 3 habitaciones impecables, bañándonos en el mar, paseando con nuestra motillo y disfrutando cenas buenísimas de pescado recien sacado del agua, con los pies en la arena de la playa por menos de 10 dolares.
Después de Lembongan nos fuimos a Ubud, en el interior, cerca de las montañas centrales. Ubud es la que se considera la capital cultural de Bali. Nos ha gustado muchísimo. Tiene un ambiente relajado, cosmopolita pero a la vez tradicional, distinto al resto de Bali. Sus calles están llenas de vida: turistas, tiendas típicas, warungs (casas de comida), restaurantes buenísimos, muchos templos (cada ciudad o pueblo tiene que tener al menos tres), etc. Ubud está situada entre valles muy verdes y terrazas de arroz.
En Ubud no sabíamos cuánto tiempo estaríamos. Encontramos una guest house entre los campos de arroz cerca del centro y al final estuvimos una semana entera en la que, utilizándola como base, no nos hemos perdido casi nada. Hemos hecho muchas excursiones por los alrededores para visitar los numerosos templos que hay, el crater de un volcán, el Monkey Forest y las terrazas de arroz más espectaculares.
Nos encantaba especialmente perdernos con nuestra vespa por los caminos entre los valles y visitar pueblos pequeños donde la gente es todo sonrisas. En una de esas excursiones vimos una boda y hasta nos invitaron a entrar y comer con ellos. Rara vez encontraremos una gente tan hospitalaria. Y ya que estábamos en la capital cultural, tampoco nos quisimos perder un espectáculo tradicional de bailes balineses.
También por ahora Bali esta siendo el lugar donde más españoles estamos encontrando. Coincidimos con dos chicos muy simpáticos de Barcelona: Manuel y David, que venían de India y ahora visitaban Bali. Además encontramos a una pareja de Tarragona que estaba comprando objetos artesanales para luego importarlos a España, y que nos hablaron de la crisis (yuyu). En los alrededores de Ubud esta lleno de pequeños pueblos de artesanos que fabrican objetos y tallados preciosos a unos precios muy baratos. Ay si tuviesemos sitio en la maleta, nos llevabamos hasta una cama balinesa!!!
Ya os contaremos de Kuta y Jimbaran, el Bali más turístico.
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