En nuestra vuelta por Asia, hemos pasado tres dias en Singapur, una ciudad que es a la vez un minúsculo país.
Cuando veníamos por la carretera que va desde el aeropuerto al centro y pasamos por la zona de rascacielos y centros comerciales, nos parecía estar en cualquier otra ciudad del mundo: edificios modernos, gruas construyendo por todos lados, 7 eleven, Mcdonalds..., pero una vez que empezamos a recorrer a pie las calles fue cuando encontramos lugares distintos. Uno de los días estuvimos paseando por Little India y visitando algunos de sus templos. Nos sirvió además para ver de manera un poco ¨light¨ lo que nos espera en la India.
Otro de los días nos fuimos a una isla pequeña llamada Sentosa que es una especie de resort con tiendas, campo de golf, hoteles y algunas playas para bañarse aunque la vista no sea muy bonita (decenas de cargueros en el horizonte y hasta una refinería).
Singapur también tiene algún que otro edificio antiguo (pocos), enormes parques y el Merlion, algo así como el símbolo de la ciudad, un ser mitológico mitad león mitad pez.
Muchas muchas gracias a Sacha por alojarnos en su casa y habernos ayudado a seguir manteniendo nuestro presupuesto. Gracias también a su amiga Yan (esperamos haberlo escrito bien), por hacer de guía y, junto con Sacha, enseñarnos el East Coast, donde tomamos uno de los mejores Laksa que hemos comido, y por darnos a probar durian, una fruta con un sabor interesante.
Después de estos 3 días en una gran ciudad, nos espera un mes en Bali. Algo totalmente distinto.
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