Ya estamos en India. Para ser totalmente honestos, no sabíamos que nos íbamos a encontrar. Antes de llegar aquí habíamos escuchado todo tipo de opiniones, buenas y malas, pero por lo poco que hemos visto hasta ahora nos gusta mucho a pesar de que estamos pasando calor (entre 35 y 40 grados por el día).
Delhi ha sido nuestra primera parada. El primer día fue un poco un choque. Salimos a la calle y desde luego no pasamos desapercibidos. A las mujeres occidentales se las quedan mirando sin mas por muy tapadas hasta las cejas que vayan. Otra variante a esas miradas (a algunos les deja dolor de cuello seguro!) es sacar el móvil y hacer como que miran a la pantalla cuando en realidad te están fotografiando. Otros prefieren pedirte directamente una foto para que te la hagas con ellos (versión educada, nuestra favorita), y finalmente hay otros (contadas excepciones) que tienen la mano un poco larga.
Aunque no pasemos desapercibidos, nos encanta Delhi, sobre todo perdernos por las calles menos frecuentadas por turistas y por los bazares llenos de telas de ensueño multicolor. Los saris y las ropas de las mujeres tambien le dan un toque de color a esta ciudad (e imaginamos que ocurre lo mismo en toda India).
Se nota mucho la diferencia de trazado entre el Old Delhi y New Delhi. En la parte nueva están los edificios oficiales, los ministerios, el parlamento y las zonas de oficinas. Son calles anchas y avenidas muy grandes. La parte vieja es un poco el caos, con mezquitas, templos, bazares, puestos de comidas callejera y tráfico en todas direcciones.
Los sitios turísticos que hemos visitado hasta el momento nos han parecido preciosos, y todavía no hemos visto casi nada!!! La tumba de Humayun es un edificio realmente bonito. Dicen que el Taj Mahal está inspirado en este mismo. El Red Fort es impresionante y en su apogeo estuvo lleno de fuentes al estilo de la Alhambra. Qtub Minar, es un imponente minarete de 74 metros de altura, con relieves, y a su lado está la primera mezquita que se construyó en toda India.
Por primera vez en nuestra vida hemos visitado un templo Sihk (los que llevan el turbante). También hemos estado en el lugar donde incineraron a Gandhi y en el Lotus temple. Este templo, con forma de flor de loto, no está dedicado a ninguna religión en particular. Dentro sólo hay bancos para sentarse y un estrado con un atril y un micrófono. Hay que entrar descalzo y mantener el silencio. Está concebido para que todo el mundo, independientemente de sus creencias, tenga un lugar para rezar.
En cuanto a la comida, a pesar de echar tremendamente de menos el jamón (acompañado de una copita de vino tinto por supuesto), estamos disfrutando enormemente de la comida india, especialmente la vegetariana. Jamás pensamos que nos gustaría tanto y que hubiera tanta variedad. Intentaremos seguir disfrutando de ella en nuestro itinerario por la región de Rajasthan.
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1 comentario:
por favor, apuntaros alguna receta chula para los vegetarianos que estamos aislados aqui en españa....
besitos
Maribel
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