Lo primero que vemos al aterrizar son torres y torres altísimas de pisos. Bienvenidos a Hong Kong. Menudo cambio comparado a Bali o Lombok!!!
En el camino desde donde nos deja el autobús del aeropuerto hasta nuestro hotel (sólo una calle), tropecientas personas nos ofrecen hacernos trajes en un par de horas, masajes chinos, ir a comprar bolsos o relojes falsos, el ultimo ordenador... Aaaayyyy cuanto echamos de menos esos días de relax en la playa con el silencio de las olas. Las grandes ciudades nos gustan cada vez menos.
Esperábamos encontrar un Hong Kong más influenciado por los ingleses, pero la verdad es que aparte de conducir por la izquierda y las señales en el asfalto de look right or look left, poco más hay. La gran mayoría ni siquiera habla un ingles bueno. Eso sí, nos parece que es como las grandes ciudades de china pero un poco más refinado, mas occidentalizado. Tiene una milla de oro con todas las grandes marcas de lujo, coches carisimos por las calles y un toque curioso: los andamios de bambú mas grandes que nos podíamos imaginar, atados simplemente con unas cuerdas. Es increíble que no se vengan abajo.
Además de las compras en el mercado nocturno o en las tiendas, no hay mucho más que hacer en Hong Kong (bueno sí, ir a Disneyland HK, pero nos frustaría los recuerdos de nuestra infancia el escuchar a Mickey hablando chino, así que no fuimos). Hay un paseo de la fama al estilo hollywood, con estrellas en el suelo y nombres de actores Hongkoneses que exceptuando el de Jackie Chan no conociamos ni a uno! Desde ese mismo paseo en la bahía de Hong Kong se puede ver cada noche un espectaculo de luces y sonido en el que todos los rascacielos de la bahía se iluminan. Es muy curioso verlos encendiéndose y apagándose al son de la música. Es sin duda lo más bonito de Hong Kong, el ver todo el skyline y la bahía iluminado por la noche.
Para "entretenernos" un día decidimos cruzar la frontera e irnos al primer pueblo chino que hay nada más pasarla. Shenzhen, el pueblito, tiene nada menos que 11 millones de habitantes y es la jungla de las falsificaciones. Todo lo que puedas imaginar y más está ahí, y sin recorrer apenas 200 metros desde la estación del metro (en la que también te sacas el visado chino y pasas el control fronterizo, casi ná).
Y después de Hong Kong, nos dirigimos a nuestro próximo destino... India.
lunes, 8 de junio de 2009
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2 comentarios:
ay! que duro es esto de tomarse un año sabático, y encima sin poder comprar nada por problemas de espacio. De verdad, yo que vosotros me volvía ¡QUE DEPRE!.
UN BESO.
Pareja, el sábado tuvimos la barbacoa... di recuerdos a todo el mundo de vuestra parte y me dijeron que enviara un besazo enorme para Conchi (para ti nada Topillo). La pregunta más reiterada fue: "pero cuándo vuelven?"... Un abrazo
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